Sunday, October 28, 2007

La invasión, de Oliver Hirschbiegel... ¿o James McTeigue?


La Invasión es la película perfecta.

Partiendo de la magnífica base literaria que es el La invasión de los ladrones de cuerpos de Jack Finney, y recogiendo el testigo de las posteriores adaptaciones cinematográficas a cargo de Don Siegel, Philip Kauffman y Abel Ferrara, el film producido por Joel Silver ha llegado a cotas que ninguna de las otras adquirió.

-¿Qué me pasa doctor?
-A ti no sé, pero a mi la bata nueva no me va.

Porque La Invasión suplanta la personalidad de la novela original y de las películas que en ella se basan para volverse un producto sin alma, una réplica fría y apática, un auténtico movie snatcher.
La película contiene todos los elementos que se le pide a cualquier aproximación al tema de ultracuerpos, pero con un resultado tan vulgar, plano y deslabazado que se convierte en un auténtico despropósito. Es como si alguien hubiera introducido una baina espacial en las anteriores versiones, y La invasión fuera el resultado de la clonación.

El cuerpo se mantiene:

Denuncia política: con los informativos en plan Verhoeven sirviendo de hilo narrativo (o de muleta, en el caso de esta película).
Paranoia familiar: el consabido mi marido no es mi marido.
Atmósfera inquietante: o eso se intenta, sobre todo en algunos planos exteriores que recuerdan a la versión de Sutherland, con la gente por las calles, de pie, quieta, impasible.
Las frases de rigor: únete a nosotros, no te dolerá.
Los nombres de los protagonistas: Driscoll, Tucker, Bennell... con algún que otro guiño (Kauffman, por ejemplo).
Escenas comunes: el cuerpo con el proceso interrumpido, la difusión del contagio (cambiando camiones con bainas por inoculación de virus mediante la seguridad social)...

Pero el alma es gélida, vacía.

Se nota tanto que la película ha sido tocada por diferentes directores, que ha sido manipulada por los productores, que los guionistas han ido metiendo baza a modo de parches, que la sala de montaje debía ser un caos, que el resultado final es un pestiño. Nada encaja:

Los recursos narrativos no se entienden. El film está montado en base a un flashback, aunque no se diga, pero la escena sobra la que gira ese flashback no tiene nada de significativa, ni es un punto de inflexión, ni viene a cuento de nada. Hay montajes en paralelo que son de vergüenza ajena (la fuga con el coche de policía), y que se nota a la legua que están hechos para intentar dotar de ritmo a ciertos pasajes de la película. El montaje es asincopado y pésimo. No se sabe cuanto tiempo pasa desde que empieza hasta que acaba (¿cuantas horas aguanta sin dormir la doctora? ¿cuantos días? es todo un misterio).

Está mal dirigida. Ya sea por unos o por otros, pero se eligen siempre las peores decisiones. Una telemovie de planos muy cerrados, que parecen querer disimular una falta de presupuesto galopante (si no tienes cuartos para filmar una persecución en coche, no la filmes). La película divaga entre el terror (con escenas de supuesto miedo que acaban siendo escenas de mierdo), la denuncia política, el drama familiar y la contemplación de la impoluta Nicole Kidman (el 65% de posesión de la pelota está en su campo, es decir, debe haber una hora total del film en que solo se muestran primeros planos de Nicole, en uno de sus papeles más inexpresivos y anodinos).


-Soy buena actriz, teneis que creerme. ¡Preguntad a Tom y a Alejandro!

Está mal actuada. Nicole Kidman se dedica a aparecer en pantalla con la misma cara de muñeca de porcelana durante todo el metraje. Hacia el final es cierto que le pintan un poco las ojeras, pero nada que pueda estropear su permanente porte de anuncio de Freixenet. A Daniel Craig se la suda el film, porque debía estar más pendiente de no seguir perdiendo dientes con el rodaje de Casino Royale. Su interpretación es parecida a la McGregor en Star Wars, con esa cara de darle igual todo y estar a punto de mondarse de risa. Para reir es verlo con pelucones mal disimulados en escenas que se notan (y mucho) que han sido rodadas a posteriori; pelucones del estilo Pepe Oneto, que a Daniel Craig os podeis figurar como le sientan. De Jeremy Northam poco más a añadir más que sigue en su línia Cypher, sobreactuando cuando se convierte en ultracuerpo (parece tal que un chaval en la obra de teatro de fin de curso).

Está mal escrita. Ya no es que los diálogos sean de vergüenza ajena (que lo son). Es que en la puta primera escena ya se te caen los huevos al suelo con una tontería que destroza todo lo que pueda venir luego. Dos doctores que analizan las piezas del transbordador estrellado y detectan un virus en él (un virus muy chungo) van vestidos con sus trajes antivirales y antiradioactivos, en una tienda de campaña de esas de los malos de ET. Uno de los doctores, immediatamente después, sale para el coche ya en su traje de tío serio y, una niña, burlando todas las medidas de seguridad del ejército de USA, le da un cacho de transbordador en mano. Él lo coge y se pincha en plan bella durmiente, pero no le da más importancia, a pesar que hace treinta segundos acaba de contemplar que esos fragmentos están repletos de virus chungos (chunguísimos, repito) dentro de la comodidad de su escafandra. Otro de los monólogos sonrojantes (y que además repiten al final del film) es el de diplomático ruso que se despacha a gusto durante un buen rato hablando de la crueldad inherente en los hombres y bla bla bla. Sinceramente, tiene la misma credibilidad que el discursillo de Bruce Willis en la fantástica Planet Terror (que, por cierto, va de los mismo pero mucho mejor).

Está mal copiada. Porque el argumento es prácticamente el mismo que el de 28 semanas después, la sensacional aportación de Fresnadillo a la temática zombie. Solo que peor resuelto. Y había mucha más paranoia en The Faculty (el homenaje de Robert Rodríguez a Amos de títeres de Heinlen) que en esta. Y recordemos que la paranoia es el principal motor de esta historia.

Aquí no se nota, pero los ultracuerpos tienden a vestir de negro en la película.

Es una lástima, ya no porque el tema me apasione y quisiera ver una nueva vuelta de tuerca, sino porque en el fondo podría haber sido mucho mejor. Hay apuntes interesantes, como la ausencia de guerras que traen consigo los ultracuerpos; o el dilema de unirse a ellos o combatirlos, a sabiendas que es una batalla perdida (aunque en esta ocasión...)o la interpretación de Veronica Cartwraight; pero al final los puntos negativos decantan la balanza, y convierten La Invasión en la película perfecta. Un ultracuerpo en toda regla.
La movie snatcher definitiva.

8 comments:

micoparanoico said...

Juasss, no da Miedo si no Mierdo, bien dicho.

Esta vez si sentí que perdí mi dinerillo invertido, porque por lo general con cualquier otro bodrio uno por lo menos saca alguna escena memorable para no dar por perdido todo, como por ejemplo algun FX espectacular o una teta al aire, pero en The Ivasión, ni lo uno, ni lo otro.

Un perfecto Bodrio Snatcher.

Saludos Doc.

SisterBoy said...

Sólo he oido pestes de esta pelicula asi que a falta de terminar de ver la de Siegel y sin haber visto la de Ferrara me quedo con la grandiosa versión de Kauffman

Pansete said...

La de Siegel es genial, la de Kauffman idem y la de Ferrara (dicen que) también pasó por las manos de los productores, aunque a la vista de lo dicho por Doc, con mejores resultados que en esta ocasión.

Doc: me encanta la metáfora de la nueva versión como "duplicado" de las otras tres. Brillante.

jesse_custer said...

El caso es que la atmosfera y el ambientillo estan logrados, pero Kidman tiene la cara mas retocada de la historia del cine. Biopic de Tamara ya.
Una pena de version.

nonasushi said...

Me han hablado fatal de ella y no me atrevo. Me espero al DVD?

Gouken said...

Yo también salí llorando del cine de lo jodidamente horripilante que era la película, sobretodo en lo referente al montaje totalmente confuso de ésta. Como detalle curioso las dos escenas -sin venir a cuento pero de agradecer- en las que nos encasquetan a la Kidman en ropa interior y transparente para despertar al espectador con una buena erección y que los seis euros de la entrada no nos parezcan un timo total.

Por cierto, y como curiosidad, hasta donde yo sé la productora pidió al director que cambiase el montaje original para darle más ritmo y éste buen hombre se negó, con lo que fué sustituido por otro director asesorado por los -terror- hermanos indefinidos Wachowsky que rodaron nuevas escenas y rehicieron el montaje dando como resultado el esperpento que vimos en la pantalla. Ninguno de esos tres monstruos creo que aparecen en los títulos de crédito.

De todas maneras y viniendo de Joel Silver cuando uno entra en el cine ya puede ir temblando.

Kike said...

Grandísima descripción de lo que viene a ser un zurullo pinchado en un palo. Me he quedado con ganas de más.

La de los 70 era MUY buena pero aun con todo la definitiva sigue siendo la primera. Estoy hasta los huevos de los putos remakes ¡Son cada uno peor que el anterior!

Un subproducto completamente olvidable que no aporta nada al universo sci-fi. Personalmente creo que, incluso sin las aportaciones del infradirector ese de los Wachonski, habría sido igual de mala. Al menos ha fracasado en USA. Que se jodan.

Anonymous said...

XDXDXD

Me he reído mucho con tu crítica. Muchas gracias. De algo sirvió verla, jejeje...

Pero Kidman es perfecta para simular ser una vaina chunga de esas. Con tanto bótox podría pasar años sinmover el entrecejo al ver a una pareja suicidándose saltando de lo alto de un arco de triunfo.
Efectivamente, es un pestiño, una castaña pilonga. Y ya es raro que lo diga yo, porque es una peli totalmente de zombis. Las otras, como el libro, lo son en cierta medida. Pero esta es totalmente zombi.

Lo único que le falta es que salgan en el telediario Chávez y el rey abrazándose. Lástima que no la estuvieran terminando de rodar ahora...
XD

¡Un saludo!