Recuerdo el preestreno de Abierto hasta el amanecer, junto a una legión de fans de Tarantino y Rodríguez, aplaudiendo cada tontería, hablándole a gritos a los personajes, vociferando chascarrillos de complicidad, en una de esas sesiones absolutamente insólitas en nuestras salas. Abierto hasta el amanecer, el inicio de la relación entre Quentin y el amigo Robert, lo permitía.
Luego el tejano se ha ido perdiendo en dos tipos de películas: los homenajes a la serie B de sci-fi y pistoleros y los films infantiles. Dentro del primer tipo hay productos simpáticos como The Faculty o fallidos como El Mexicano, y en el segundo hay auténticas mierdas como Spy Kids. Empeñado en guionizar, dirigir, montar y musicar sus films, Rodríguez ha hecho bueno el dicho de quien mucho abarca poco aprieta.
Por fortuna, es con Sin City cuando Robert Rodríguez parece que encauza otra vez su carrera, y la razón es un cambio de mentalidad en sus obras. Si hasta ahora su cine era perecedero, puramente alimenticio y de dificil segunda digestión, el tejano ha logrado ir un paso más allá con la intencionalidad.
Robert Rodríguez hace sus películas con la intención de...
La adaptación de Frank Miller era un intento de fidelidad absoluta al cómic. Planet Terror tiene toda la intencionalidad de ser un film de serie Z (y no B, como se ha leído en prensa especializada), con todo lo que ello conlleva.
Planet Terror no es, ni de lejos, una obra maestra. Adolece de una primera hora en la que casi no pasa nada, con un ritmo mortecino de introducción que lastra la película. Pero sí es una gran carta de amor a las midnite movies, a la infrabasura fílmica setentera y ochentera, que se vale de sus mismas cartas pero las supera por la consciencia autoparódica del género.
Planet Terror es un Abierto hasta el amanecer multiplicado por veinte, un film no apto para todos los públicos no por su excesiva violencia (tan exagerada que resulta circense) sino porque solo será entendida por aquellos que alguna vez han disfrutado con esas pelis burracas que a menudo echan a las 3 de la mañana por la tele. En cierta manera, es al género lo que Top Secret supuso a las pelis de espionaje bélico.
Robert Rodríguez reune cuantos clichés hay disponibles y juega con ellos en la larga introducción del film. La tía buenorrísima que lo enseña todo a la mínima, el macarrilla misterioso, el sheriff duro, la chica aún más dura... y lo aliña con algo de humo verde (imprescindible) y una amenaza pustulosa. El que, como he leído en algun sitio, diga que Planet Terror tiene un guión estúpido o que la historia carece de trasfondo, es que no ha entendido aún de qué va el juego. ¡No importa el fondo, sino la forma! Esos planos alargados hasta la saciedad en que un peligro acecha, esos primeros planos de tetas y culos, esos zombies que no lo son y que aparecen cuando se quema la imagen... Incluso el discurso patriotero que larga el personaje de Bruce Willis es la misma tontería sensiblera que hemos oído mil veces: un refrito de Acorralado con Yo soy la justicia.
Como se nota que a Rodríguez le van los lap dance (Abierto... con Salma Hayek, Sin City con Jessica Alba y Planet Terror con la carachihuaha), se sirve de uno para abrir el metraje, y a partir de allí todo es un festival de descontrol. La filmación sucia, llena de grano y quemaduras, con saltos y colores saturados no es solo el canal, sinó tambien el mensaje. Planet Terror hay que verla con amigotes (y no se me ofendan las féminas) porque es un film macho macho men, hecho por colegas con ganas de pasarlo bien. Es la versión desmadrada de la cuadrilla de Clooney y Pitt, con Tom Savini y Cheech Marin en lugar de Don Cheadle y Andy García. Se agradece la capacidad de reirse de si mismo de Bruce Willis (sin duda, una de las estrellas a quien menos le cuesta entrar al trapo en este tipo de producciones), el acierto de Michael Biehn al ejercer con total seriedad su papel de policía del pueblo (¡recordemos que estamos hablando del padre de John Connor!), del descenso a los infiernos filmícos de Josh Brolin, otrora un sex-symbol. Acompañados por un reparto alocado que incluye a Naveen Andrews imitando a Victor de OT (y haciéndonos olvidar al Sayid de Lost), la enfermera rubia lesbiana (menudo morbazo), el cocinero chungo en busca de la salsa perfecta y las gemelas malvadas.
Planet Terror es irregular pero consigue lo que pocas, que son minutos largos de carcajadas y aplausos ininterrumpidos. En mi caso, desde la entrada de El Rey en el hospital armado con dos mariposas hasta la épica escena de la minimoto estuve llorando de risa con el estómago doblado, aplaudiendo cada ocurrencia que apareciera en escena. Fragmentos que, luego, puedes recordar con el latiguillo de “y cuando...” aplicado a la ausencia del rollo, a las réplicas mortíferas de algunos personajes (dale el arma, dadle todas las armas), a la pierna ametralladora de la protagonista (desde ya en el olimpo cinematográfico del siglo XXI, al lado del mono amarillo de la Thurma en Kill Bill), al pene descompuesto de Quentin Tarantino, al tiro del niño dentro del coche, a esas referencias apocalípticas a lo mad max...
Que Robert Rodríguez haya compuesto una banda sonora tan carpenteriana dice mucho del espíritu del film. No me cuesta imaginar al maestro viendo la sangre brotando a borbotones después de cada disparo, y dando su aprobación con la cabeza.
Será difícil que Death Proof, de QT, iguale o mejore el festival psicotrónico que ha representado Planet Terror. Y más conociendo el gusto por el reposo y los diálogos de de su realizador. Pero tendremos el aliciente de ver los trailers que hasta ahora nos han escatimado, más allá del fantástico Machete, del mismo Rodríguez, plagado de frases fabulosas como “Si le contratas para matar al malo, asegúrate antes que el malo no eres tú”, o la lapidaria “¡¡¡Pensé que era un campesino, no un general!!!”, mientras Danny Trejo se trajina a dos chicas de muy buen ver que son la esposa y la hija de su enemigo. Bravo.
4 comments:
Según parece y en vista del éxito del trailer Rodriguez se está planteando hacer un largo de Machete.
No soy un amante de la serie Z y por tanto tampoco de esta pelicula. Si quería ser un homenaje lo ha conseguido plenamente.
Para mí Michael Biehn es Hicks
La segunda critica maja que leo en un mes. Me la han puesto tan mal...
Desde bazofia, basura, tomadura de pelo, gilipollez, perdida de tiempo... Y yo quería ver ambas, seguidas, con los famosos cortos entre ellas. No se, esperaré a que me la estrenen aquí en la isla.
Saludos
Vamos, es lógico que Rodriguez saca películas como Spy Kids para financiar sus mejores proyectos y para afianzar su productora, para mi es el George Lucas latino, el mismo "El mexicano" hizo posible Sin City, asi que este tipo la sabe hacer y es inteligente a la hora de recaudar dinerillo facil con tan solo llevar a tus crios a ver sus películas infantiles, para luego darnos maravillas como La Ciudad del pecado y esta que se esta comentando.
Lastimosamente Planet Terror aun no llega a mi país y ni creo que lo haga,primero nos llega en DVD, conozco a Robert y espero que esta vez eleve a la maxima potencia todo lo su talento que nos ha mostrado en sus películas adultas.
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