Saturday, July 26, 2008

X - Files: creer es la clave


Ring ring ring

-Buenos días, con el señor Carter, por favor.

-Yo mismo.

-¿Chris Carter?

-Sí, sí, yo mismo... un segundo, que atiendo a un cliente y ahora estoy por usted.

-No hay prisa.

-...lávelo en seco, que estas manchas son muy malas...

-Si quiere le llamo más tarde.

-No, no. Ya estoy aquí. ¿Quién ha dicho que era?

-Llamo de la 20th Century Fox.

-Ah, vale. Estupendo. De la deuda aquella, ¿verdad? Ya lo hablé con la secretaria del productor, y me dijo que estaba zanjado.

-No, le llamo por lo del guión.

-¿Qué guión?

-El que nos mandó para Expediente X.

-No he mandado ningún... ¿me puede refrescar la memoria?

-Claro. Es el de las chicas que desaparecen en un pueblecito nevado y Mulder y Scully lo investigan.

-¡Ese guión! ¡Pero si lo rechazaron para la serie!

-No me consta eso. ¿Aún está interesado en vendernos los derechos del guión?

-¿Quién, yo?

-Entenderíamos que quisiera respetar el fin de la serie tal y como lo concibió, y dejar los personajes como los dejó.

-Ya, ya. No tengo problemas con eso. Hábleme de dinero.

-Bueno, antes tengo unas preguntas que hacerle, ¿sabe? En el guión hay unas anotaciones a boli, y queremos acabar de perfirlo para poder estrenarla en verano.

-Pero no dirán a nadie de qué va, antes, ¿verdad?

-No, lo mantendremos en un secretismo absoluto.

-Mejor, mejor. Bien, ¿qué preguntas quiere hacerme?

-Sí... ok... a ver, lo primero es que... sí, aquí está... el guión no da para más de cuarenta minutos de ficción, y nosotros no estrenamos en cine por menos de hora y media.

-¿En cine?

-Sí.

-¿Quieren llevar ese guión al cine?

-Sí, ¿algún problema?

-...

-Le oigo reirse, señor Carter.

-No, no, que es tos, que tengo los pulmones mal.

-La duración.

-Sí. Está bien. Pensé que podríamos alargar los planos con panorámicas horizontales que nos muestren todos los rincones lóbregos que investigan Mulder y Scully. Entran en una habitación, panorámica horizontal. Entran un bar, panorámica horizontal. Entran en un hospital...

-Lo entiendo, señor Carter. Pero con ese truco ganaríamos solo algunos segundos.

-También se puede hacer lo de los coches.

-¿Qué coches?

-¿Ha leído el guión, usted?

-Sí.

-¿Se ha dado cuenta que salen coches?

-Sí, muchos. Los personajes están más tiempo dentro de un coche que andando.

-Pues se me ocurre que podríamos rodar cómo el coche gira una curva, cómo avanza por una recta, cómo frena...

-Coches, déjeme que apunte.

-...plano del coche desde fuera, plano del coche desde dentro, plano del coche sin luces...

-Entiendo el concepto, señor Carter. Pero piense que tampoco va a haver mucho presupuesto para filmarla. Y aquí veo exteriores.

-Por los exteriores no se preocupe. Conozco un descampado en Canadá donde podemos rodarla. Siempre está nevado y la gente no distingue la nieve de un sitio u otro. Además, hay un casucho de esos que dan miedo.

-Bien... Canadá... Pero aún y así, ganamos poco tiempo. ¿No podría escribir escenas adicionales?

-¿Para cuando?

-Lo necesitaríamos antes del fin de semana.

-¿De qué fin de semana?

-De este.

-Es que ando muy liado con la tienda, sabe. Me han llegado un montón de entregas que tienen que lavarse para una boda de la semana que viene...

-No hay problema, entendemos que es usted un hombre ocupado. Díganos alguna idea por encima y se las pasaremos a un becario para que las empaste en el guión.

-A ver... un segundo, eh... es que hace tiempo que no escribo nada... ni tengo muchas ideas últimamente... es que tuve muy mala suerte con Millenium y Harsh Realms, ¿sabe? ¿Las ha visto?

-Ni siquiera había nacido cuando se estrenó Expediente X, señor Carter.

-Ya... bueno, creo que lo tengo.

-Dígame.

-Al principio hay un cura con visiones, ¿verdad?

-Sí.

-Y les lleva al solar donde encuentra a una chica. Lo pasean en coche y tiene una visión y encuentra a la chica.

-Sí... el padre Joe, que hace tambalear la fe de Scully.

-¿Ah, sí?

-Siga, por favor.

-Pues en lugar de ir una vez, podrían ir unas cuantas. Cada vez que el cura tiene una visión, agarran el coche y se van al descampado a buscar... no sé... cachos de cuerpos.

-¿Cachos de cuerpos? Eso no tiene mucho sentido. ¿Por qué hay cachos de cuerpos enterrados bajo la nieve en medio del campo?

-Creer es la clave, señorita.

-Creer es la clave, me lo apunto.

-Entonces quedamos en eso, ¿no? Mulder lleva al cura de paseo unas cuatro veces. Cubrimos media hora larga de metraje con eso. ¿Bien?

-Estupendo. Pero la trama sigue siendo corta. Tengo anotado por aquí que los productores quieren una subtrama para Scully.

-¿Han hablado con Gillian?

-Sí, la hemos tanteado.

-¿Cómo está? A David le he visto en Californication. Lo está petando, el cabrón. Pero a Gillian no la he seguido mucho.

-Está muy guapa, y con ganas de rodar.

-Bien, bien.

-Una subtrama para Scully, señor Carter.

-Estoy pensando, estoy pensando... ella es médico, así que la pondremos en un hospital, trabajando de médico, retirada del FBI... y se encontrará con un caso que la supera y requiere que tenga fe.

-¿Qué caso? ¿Algo paranormal?

-No, un niño moribundo, que eso siempre gusta. Con una enfermedad rarísima, y con todo el mundo esperando que se muera menos ella, que luchará para encontrarle una cura.

-¿Y lo curará?

-No sé, no soy médico, así que tampoco quiero dar esperanzas a la gente que tenga esa enfermedad.

-Pues nos la inventamos.

-Tambien es verdad. Y ella descubre un tratamiento prodigioso que quiere aplicar aunque la familia y el hospital, católicos ambos, estén en contra. Lo de católicos siempre queda bien, porque todo el mundo sabe que lo dejan todo en manos de Dios.

-¿Cómo encuentra el tratamiento? ¿El caso de las desapariciones le da alguna revelación?

-No, no. Por google, como se encuentra todo.

-Ok. Scully encuentra tratamiento para niño terminal en google.

-En la primera página de búsqueda.

-En la primera página de búsqueda. Bien. Va tomando forma, pero...

-¿Sí?

-Dos detallitos de argumento.

-Dígame.

-El principio. Cuando van a buscar a Mulder para que hable con el cura chiflado...

-Quagmire, le quiero llamar Quagmire.

-Bueno, eso ya lo veremos. Cuando van a buscarle, digo. No queda muy claro cómo le convencen. De hecho, no se sabe cómo le convencen.

-¿Ha visto Rambo, señorita?

-¿Cual de ellas?

-De la dos a la cuatro.

-Bueno, es que las mezclo un poco, pero mi novio se las sabe al dedillo.

-¿Sabe cuando alguien le va a buscar al inicio de las pelis y le dice que alguien otro está en peligro y le hace chantaje emocional y le hace sentirse mala persona por no querer ayudar?

-No soy muy buena recordando películas, solo trabajo en la productora y...

-A eso se le llama deber moral. Y es lo que le pasa a Mulder.

-O sea que Mulder es como Rambo.

-En cierta manera...

-Pero eso no queda explicado en el guión.

-Pero la gente lo entenderá.

-Ya.

-Sí.

-Luego está lo de la trama principal.

-¿Lo del doctor Frankenstein?

-Es que ha mezclado muchas cosas. A Frankenstein con El Silencio de los corderos.

-La de los corderos ganó un puñado de óscars.

-Sí, pero tenía diálogos interesantes. Sin ánimo de ofender, pero usted no termina un solo diálogo.

-¿Qué quiere decir?

-Que los personajes sueltan frases al aire, sin relación con lo que haya dicho su interlocutor.

-Es como más profundo, ¿no?

-Y cuando no sabe cómo acabarlos, los personajes se callan y miran al horizonte y cambiamos de escena.

-Sí, es verdad. Nunca se me ha dado muy bien imaginarme qué pueden responder.

-Y ahora no se le ocurre nada.

-No.

-Se lo daremos al becario, y si tampoco sabe qué hacer, lo dejaremos así.

-Estupendo. ¿Algo más?

-Algunos flecos sin importancia.

-Suelte.

-¿Cómo puede ser que en un pueblo de trenta habitantes tenga una piscina municipal llena de chicas guapas y un complejos para agresores sexuales con sesenta violadores y pedófilos?

-Porque siempre nieva.

-Eso no es una respuesta, señor Carter.

-Ya le he dicho que me quedo en blanco cuando debo responder a preguntas difíciles.

-Y porque la investigación depende tanto del cura, cuando lo más fácil sería sospechar de la casa del pueblo llena de perros y alambradas donde viven los rusos?

-Porque siempre nieva... y no ven la casa.

-¿Y por qué Scully se excita tanto cuando citan la Biblia?

-¿Eso cuando pasa, que no me acuerdo?

-El cura que se parece a John Cleese lee la biblia y ella responde, a gritos, y cito textualmente: "¡A mi no me cite Proverbios!"

-Porque es católica.

-¿Y?

-¿Porque siempre nieva?

-Ok. Bien... bueno, ya casi estamos. ¿Se le ocurre alguien para dirigir... esto?

-Oh, sí, yo mismo.

-Usted.

-Sí.

-Pero si no dirige desde...

-Ya, pero esto es como ir en bici, ¿no?

-Recuerde que no hay mucho presupuesto. Solo pretendemos engañar al público durante un fin de semana.

-Ningún problema. Lo haré barato.

-Al menos no hay acción, eso es verdad.

-No. Solo un perro que muerde a Mulder y una chica que se cae de un edificio. Pero se puede rodar muy de cerca para que no se vea el truco.

-Tampoco es que haya terror.

-Quite, quite. Que a mi es que estas cosas luego no me dejan dormir. Un poco de suspensillo y unos miembros amputados y ya tenemos cubierta la cuota de truculencia.

-Ok. Para acabar, y es algo que me ha chocado a mi.

-Sí.

-¿Cómo puede un cura pedófilo violar a un monaguillo que es como veinte años mayor que él?

-Creer es la clave, señorita.

-Gracias por su tiempo, señor Carter. Le llamaremos el lunes.

-No, el lunes no, que cierro la tienda.

-Pues el martes.

-Sí, mejor. ¿Esto cómo va, me ingresan el dinero ahora o...?

-El martes concretamos.

-Estupendo.

-Buenos días.

-Adiós, guapa.

Cloc.

Friday, July 25, 2008

El Caballero Oscuro, de Christopher Nolan (2008)


Premiere europea de la última de Batman en Barcelona, cine Coliseum, los primeros en la cola desde las seis y media de la tarde, entrada a las nueve y media y aparición de los actores en el teatro a las once. Para entonces ya no me quedaban piernas, de pequeñitas que son las butacas. Maggie Gyllenhal se pasea como si estuviera drogada en Rivendel, Aaron Eckhart intenta simular que no tiene parentesco con Ben Affleck, Christopher Nolan es consciente que su cara no le suena a nadie y Christian Bale tiene prisa por largarse a zurrar a su madre.

Así que tras dos horas y media de film, al descomprimirme en la calle (ya no tengo extremidades, son archivos winrar), pienso que la peli está bien, pero tampoco es la obra maestra que nos están vendiendo por todos lados. Es más, tiene algún que otro defecto molesto. Y la puntuación en imdb (que por entonces rondaba el 9,7) está hinchadísima, más o menos como mis rodillas. Que sí, que me ha gustado, pero...

La cosa me recuerda al fenómeno Batman de Burton. La peli en si no se parece nada, claro (la he intentado ver esta mañana y no ha aguantado el paso del tiempo), pero lo que ocurre alrededor sí. Ese fue uno de los primeras films de superhéroes como blockbuster (sin contar con el Superman de Donner), y tuvo una repercusión espectacular. Ahora parece que se repite algo de ese esquema.

Han pasado dos días desde que viera el film, y los defectos se han ido amorteciendo para dejar paso a las virtudes. De hecho, mi opinión sobre El caballero oscuro va mejorando por momentos. Me está gustando cada vez más, a medida que pasan las horas. Es una sensación extraña cuando ocurre algo así (porque pasa pocas veces), y no te puedes fiar mucho de ella. Pero algo querrá decir...

El caballero oscuro no es una película de superhéroes. Ni tan siquiera creo que sea una película de héroes, en el sentido clásico. Porque Nolan decide que los héroes están condenados a no serlo. El caballero oscuro es una película de justicieros, en el sentido más amplio del término. Y, lo que es mejor, es una reflexión más profunda de lo que parece sobre la justicia y la fina linea que separa el bien del mal.

Pero prefiero empezar por los errores, que así nos los sacamos de encima y no pensamos más en ellos.



Christopher Nolan no tiene segunda unidad. Lo filma todo. Y Nolan, como ya pudimos comprobar en Batman begins, no sabe rodar acción. Se le atraganta. Las peleas son confusas, y cuesta distinguir a los personajes, o quien dispara a quien; las persecuciones están todas rodadas igual, con esos planos need for speed de coches, motos o lo que sea. Que vale, hay alguna mejora respecto a la anterior, y quizá es algo más nítido. Pero no es Leterrier, por citar un director reciente con elegancia visual en las escenas de acción. Ni el McTiernan de los buenos tiempos, a años luz.

Tampoco ayuda en exceso ese montaje asincopado. Deduzco que han querido meter tantas historias, y profundizar en todas ellas, que la narración se torna esquemática, con escenas brevísimas y escenas en paralelo que no acaban de encajar. Este es quizá el defecto que más me ha chirriado. Claro que de utilizar un montaje más clásico la duración del film podría haber rondado las cuatro horas, y eso sí sería imperdonable.

¿Era necesario abrir tantas líneas argumentales en The Dark Knight, pues?

Yo creo que sí.

La apuesta de Nolan por dar protagonismo a secundarios y villanos, elevándolos a protagonistas junto al hombre murciélago resulta acertada. Asistimos a un ensayo sobre la justícia, sus límites y sus consecuencias, en las múltiples facetas aportadas por Wayne/Batman, el Joker, Harvey Dent (y Dos Caras) o el mismo Lucius Fox. Abandona la temática del miedo que marcó Batman begins y desarrolla la de la culpabilidad del héroe, la responsabilidad y legitimidad de sus acciones. Batman es uno más en este escenario, quizá el germen de la locura de Gotham, quizá el imán que atrae a más como él. Esa reflexión sobre el vigilante es una de las grandes bazas de El Caballero Oscuro. En un momento de la película, Dent afirma algo así como "O mueres como un héroe, o vives el tiempo suficiente como para convertirte en villano".

Así que de golpe, uno se percata que no está viendo una película de superhéroes al uso, como he dicho al principio. El Caballero Oscuro es un thriller épico de justicieros, una magna obra sobre el bien y el mal, un fresco inmenso sobre el orden y el caos y aquellos que luchan en ambos bandos. El Caballero Oscuro está más cerca de Heat que de Spiderman, es más DC Comics (Detective Comics, recordemos) que Marvel. Es más policial que mutante. Es más oscura que optimista. El Caballero Oscuro es El imperio Contraataca de la saga Batman. Nadie está a salvo en ella, nadie, y el pozo de carbonita acecha en cada plano.



Mención especial para el espectacular trabajo a cuatro manos de Hans Zimmer y James Newton Howard, que dotan de personalidad y sutileza cada uno de los temas musicales compuestos para el film. Y la fotografía fría y metálica de Wally Pfister encaja a la perfección (atención a la secuencia en Hong Kong, digna de Misión Imposible, o esas luces blancas en los pisos falsos del edificio Wayne).

En el apartado actoral, y para empezar, decir que Maggie Gyllenhall sale horriblemente fea. Tiene las mejillas como balones de futbol, los ojos descolgados de la cara y las tetas de la niña Medeiros. Y eso que es guapísima, como vi en la premiere. Pero la debe haber maquillado un rinoceronte borracho. Su actuación es correcta, pero demasiado kirstendunizada, para mi gusto.
Aaron Eckhart es actor porque es rubio, tiene la mandíbula cuadrada y es alto. Aquí no lo hace del todo mal, es más, hay momento en que te lo crees, y el personaje de Harvey Dent, como reverso luminoso de Batman está muy logrado. Gary Oldman en su linea impecable, ni una sola pega, así como Morgan Freeman y Michael Caine, absolutamente espléndidos en su papel.



¿Y Christian Bale? Pues el mejor Batman y Bruce Wayne de los posibles. Cuando es el cruzado enmascarado (de Playtex) resuelve su actuación física de forma ejemplar (cuando no es un doble, claro, pero no me doy cuenta de eso), imposta la voz de forma exageradísima (pero adecuada) y esta vez no le baila la máscara por la cara (se la han hecho a medida, por fin!). Como Wayne, no llega al nivel de puterío cínico del Tony Stark de Robert Downey Jr., pero te lo crees a la perfección cuando llega a una fiesta en helicóptero agarrado a tres muchachas bien lozanas. Está impecable, y el personaje le entra como anillo al dedo. El cine entero ovacionó la machada de la moto en la pared.

Pero claro, no nos podíamos olvidar del que desgradaciadamente se ha convertido en el gran protagonista de la función. Heath Ledger, como el Joker, en un papel que será recordado durante años y que le marcará para siempre.

A ver, ¿cómo puedo decirlo?



La primera vez que aparece en pantalla, la gente arrancó en aplausos. En la segunda, el público se calla. En la tercera, estábamos todos angustiados y agarrados a la butaca.

La interpretación de El Joker por Heath Ledger es rotunda, colosal, magnífica. Absorve cada segundo que aparece en plano, y lleva un paso más allá a un personaje conocido por todos. Lo lleva al límite de sus posibilidades. Ledger actua con las tripas, usa cada músculo de su cuerpo para encarnar al archivillano de Batman, inquieta con su presencia y teje un malvado de antología. Sinceramente, la interpretación de Ledger hace que Nicholson parezca un muermo.

Además, el personaje de El Joker tiene la gran fortuna de ir creciéndose a medida que avanza el metraje. Del simple (y expeditivo) atracador de bancos con que abre la película (grandísima escena que define el tono del film, muy Charles Bronson, con un no menos soberbio William Fichtner) al peligro público número uno en que se convierte al final. Esa progresión ascendente hace que nos creamos su evolución. Eso, y el enorme acierto que supone darle un cariz diferente a su biografía. Creédme: este Joker está a la altura de Keyser Söze. El plano secuencia del hospital, con él andando absolutamente desquiciado, se ha quedado gravado en mis retinas.

No espereis ver en El caballero oscuro monstruos de final de pantalla, ni enemigos saltimbanquis, ni superpoderes. Los personajes aquí respiran, sufren, interrogan, luchan y dudan. El caballero oscuro va más allá del simple entretenimiento veraniego, que lo es, y nos plantea cuestiones que debemos responder.

¿Estamos dispuesto a TODO para defender lo que creemos que es justo?

¿Sabeis algo? Mi opinión sobre The Dark Knight realmente va mejorando por momentos.