Thursday, May 22, 2008

Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, de Steven Spielberg

¿O es de George Lucas...?


Seleccionad después de los asteriscos para leer los spoilers:

Salgo del cine y voy al baño, dándole vueltas a lo que acabo de ver: la cuarta entrega de Indiana Jones, después de prácticamente 20 años de la última. Intento convencerme que hay cosas positivas. Que no está tan mal, que yo tenía demasiadas expectativas y que eso nunca es bueno. En los aseos hay tres freaks de mi generación, que planean montar un comando para asaltar el rancho Skywalker e ingresar a Lucas y Spielberg en un geriátrico, antes que perpreten más daño. Definitivamente, creo que mi opinión va a ir a peor a medida que pasen las horas.

No creo que sea justo dilatar una espera 20 años para esto. Recuerdo haber visto el Templo Maldito en el Palacio Balaña de chiquitillo, y La última cruzada en una sala de Gracia que creo que ya no existe. Ha caído mucho cine desde entonces, y cada poco se oían rumores de una nueva entrega de Indiana.
Está muy viejo, decían los detractores hace ya 15 años. Náh, Indy aguanta el tipo, defendía yo.

En estos años incluso publiqué una novela en homenaje al arqueólogo, Montecristo, ¡en la que salía hasta Bellocq!

Me pregunto cómo sería el guión de Darabont que Lucas rechazó después que Ford y Spielberg dieran el vistobueno. Se rumorea que hay algunos elementos de él en el film, pero que incluía nazis escondidos en el amazonas y un macguffin diferente. Por lo visto, Lucas quería otra excusa argumental, que es la que al fin se ha plasmado en la pantalla.

Creo que de Darabont queda el inicio. Ese primer episodio que nos mete de lleno en la guerra fría y la conspiranoia; ese pasado de Indy como héroe de guerra, ese ambiente agitado y febril que vibra con el rock'n roll
(*)Con la salvedad de los topos. ¿tienen algún significado freudiano? Eso sí, el inicio, con los títulos de crédito propios de la serie, y ese arranque en plan American Graffitti, es soberbio. . Sí, creo que de Darabont debe quedar ese fragmento que, aún siendo deliberadamente pulp, autoreferencial y paródico, es divertido. Te reencuentras con un viejo amigo, y le han pasado muchas cosas, pero hay otras que siguen igual. Y disfrutas al reconocerle. Sí, de Darabont queda eso, me imagino. Hay un pequeño homenaje a Connery y tres a Denholm Elliott, y hay escenas de acción marca de la casa (*)La de la moto por la facultad está muy bien rodada, así como se agradecen las continuas referencias a la caza de brujas y demás..

Pero algunos tornillos del engranaje empiezan a fallar.

Indiana Jones nunca ha sido realista, ni lo ha pretendido, pero sí creo que ha intentado suponer un entretenimiento adulto que tambien pueden disfrutar los niños. En los primeros pasos de
La Calavera de Cristal hay algunas salidas de tono impropias de la serie. Vale, el universo Indy ha cambiado, ahora es más cómic y más serie B, y Spielberg exige fe. Pero yo puedo mantener mi fe en el Grial, en el caballero inmortal, en el templo subterráneo de lava en la India o en el poder del Arca. No puedo mantener mi fe en la hipérbole porque sí, porque hasta ahora el mundo del professor Jones no había sido así. (*)Si Jack Bauer se mete en una nevera y sale despedido a dos millas de distancia por el efecto de una explosión nuclear, me lo creo. Indy lo siento pero no. Por muy bien rodado que esté, que lo está, y por mucho que tenga uno de los planos más hermosos de la saga, con la silueta de Indy recortada contra la seta nuclear.

Y aquí es donde supongo que aparece Lucas y mete droja en el colacao de Spielberg, porque la película pasa a ser mediocre. Entretenida, sí, pero completamente indigna de la trilogía original. Otra amenaza fantasma.

El argumento del film pasa a ser una sucesión de eventos más o menos interesantes, pero sin ningún tipo de coherencia interna en el relato. El guión está lleno de lagunas inexplicables y escenas de acción que no se entienden
(*)¿Quienes son esos saltimbanquis del cementerio?, y el MacGuffin resulta hasta ofensivo.

Observemos: El Arca, mayestática, omnipotente, perfecta. Las piedras de Shankara, peligrosas, misteriosas, místicas. El Grial, el sueño de todo hombre. La calavera de cristal, un melón enorme de metacrilato que se venderá a 39,95$ en el Toys'r'us.

Al término del film: ¿alguien puede explicarme exactamente para qué sirve la calavera de cristal?

Si ni siquiera tiene melodía propia. Todos recordamos la melodía del grial, la del arca o la del templo. No he encontrado la del melón...

Pero eso no es lo peor.

Puedo aceptar que TODO se haya rodado en interiores, y que la selva amazónica sea tan real como un pesebre, si me lo venden como un tipo de rodaje de serie B que ya no se estila (y será por algo). Lo aceptaré, aunque lo discutiré: las otras tres tenían exteriores impresionantes y por eso nos gustaban, aquí todo sabe a Chuck Norris en En busca del templo del oro. De hecho, pensándolo ahora, el argumento es prácticamente el mismo. Lo que no puedo aceptar es tal cantidad de despropósitos en todo el fragmento de la jungla
(*)Aquí debería contenerme, porque puedo pasarme días escribiendo sobre las tonterías en el amazonas. El tarzaneo de Shia LaBeouf junto a un puñado de monos (sic), Marion e Indy discutiendo como niñatos, las autopistas del Bosque, todo llano y recto y sin peajes, que conducen a las tres cascadas.. La historia pierde toda credibilidad porque lo que ocurre es absurdo y tonto, más propio de Tex Avery que de Indiana Jones, y como espectador me siento dolido (*)Marion lanzando el coche por un barranco para aterrizar sobre la copa de un árbol y descender al río..



Estaría dispuesto a hacer la vista gorda a todo esto si Spielberg se hubiera dignado a incluir el elemento mágico de la trilogía: intensidad emocional.

Siempre habíamos viajado con Indy porque sufríamos con él, amábamos con él y nos traicionaban como a él. Era tan humano como nosotros. Ese final de la cruzada, cuando su padre le convence para que deje el cáliz, o cuando en el barco del arca perdida se queda dormido mientras Marion le besa. Incluso la despedida a la austríaca de la doctora Schneider nos llegaba al corazón.

Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal está vacía. Ninguno de los personajes tiene la más mínima química entre si, porque no son humanos. Son píxels de un videojuego que saltan de aquí para allá con cuatro lineas de diálogo en medio. Casi todas las frases son o innecesarias o ininteligibles, y no hay el menor atisbo de inteligencia en ellas. Los personajes nos dan igual. Y eso duele, porque Indiana Jones no nos da igual.

De hecho, incluso odiamos un poquito a Marion porque da grimilla verla dando gritos por la selva (que ya no tiene edad, señora). Y a Indy le daríamos un cachete para que espabilara y dejara de pasear.

En busca del cuentapasos perdido sería uno de los títulos para rebautizar este insulto cinematográfico. Indiana solo anda y anda y anda y se dedica a dar sermoncillos, pero de acción más bien poca (y la poca que hay, achacosa). Se comporta como el Henry Jones de Connery. Pero no queremos ver eso. Ya tuvimos un Henry Jones, ¡no queremos que Indiana sea igual! Creo que a Ford a veces le da hasta igual la película. Que se limita a cobrar y punto (*)Ahí está la escena en la que presuntamente es torturado a mirar el melón de metacrilato (lo que dice mucho también sobre lo que piensan los responsables del film sobre este engendro). Su cara es la de un tío al que le suda actuar.
.

No hay emoción, como tampoco hay suspense. Los espectadores vamos muy por delante de los personajes. Tanto, que estos acaban pareciendo tontos. Hay escenas de vergüenza ajena. Irina Spalko, la villana, es ridícula
(*)Cuando comparan la sombra del cráneo con las pinturas del templo de Chuck Norris y dicen oh, son iguales. ¡Claro! ¿Qué esperabais? ¿Para qué vais, sino? Y dicen que Spalko es científica, pero yo solo la veo dar órdenes en traje de mecánico y con una espada (que ya es algo más que ver a LaBeouf llorar cada dos por tres). O eso de las tres cascadas que vaticina el profesor Oxley (uno de los personajes más fraude de la saga, del que no sabíamos nada hasta hoy y ahora resulta que era el tutor de Indy, como si Abner no hubiera existido): son las cascadas menos emocionantes de la historia de las cascadas; ideadas para su próxima construcción en un parque de atracciones. Y la dirección de Spielberg es sosa y anónima, sin su sello. Ni el de Williams, que firma una de las composiciones más aburridas en años. Y no hablemos de Kamisnki, que sí o sí quería sobreexponer la iluminación.

Y la película termina en lo que nunca debió. Spielberg falta a su palabra (y de forma tan clamorosa que incluso podría ser denunciable) y llena de efectos digitales la pantalla. Indy se convierte en un remedo de
La momia (que a su vez era una copia rebajada en agua del arqueólogo), y el espectáculo happy meal patea el culo de los que crecimos y amamos esta serie (*)La parte de El Dorado es tan burda, tan incoherente y estúpida... Los apocalyptos son de un relleno espantoso, y duran cuatro minutos en pantalla (creo haber visto a Darth Maul entre ellos). La entrada al templo es cutre, y no tiene sentido que tengan que abrirlo a porrazos, o que se les escondan los peldaños. ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?. Y la mano de Lucas es alargada y putrefacta y destroza el universo Jones con sus masturbaciones megalomaníacas (*) No se conforma con negarnos a Abner Ravenwood. Tenía que meter naves espaciales y extraterrestres con síndrome de Diógenes. Lo que nos lleva a plantear: si tan listos y poderosos son los aliens, ¿cómo dejaron que un español analfabeto con armadura les arrancara la cabeza hace quinientos años? ¿qué sentido tiene ir a buscar a otro ET en el área 51, si luego no sirve para nada? ¿estará la mamá del pequeño Haley Joel Osment en El Dorado? ¿Y Richard Dreyfuss?
.



Como un servidor de ustedes ya estaba pálido, prácticamente no he prestado atención al cierre de la saga (me refiero a
Cocoon, porque el final es de Cocoon, y porque la de Indy y allegados parece que tiene cuerda para rato, mientras se puedan vender muñecos y videojuegos).

Y decían que el templo maldito era mala, dice uno de los freaks del baño de los cines.

No os imaginais lo que me duele escribir estas lineas.




Monday, May 19, 2008

Iron Man, de Jon Favreau



Nunca he leído un cómic de Iron Man y desconozco la mitología del héroe. Así que, esta vez, seré breve:

Puntos negativos:


-Pocas escenas de acción (solo dos set-pieces).
-Sensación de dejà-vu en esas dos escenas. Lo que nos enseña no es novedoso, ya lo hemos visto mil millones de veces. La pelea final es una de las menos innovadoras de las pelis de superhéroes.
-Gwyneth Paltrow no sabe correr.
-Argumento lineal y simplón.

Puntos positivos:



-Robert Downey Jr.
-Es entretenida.
-Es divertida.
-Robert Downey Jr.
-Tiene gags propios del slapstick (ese aprendizaje).
-Jeff Bridges es un buen villano.
-El diseño de la armadura es soberbio.
-Está plagada de guiños freakies.
-Robert Downey Jr.
-Tony Stark es un héroe atípico en la Marvel: adulto, consciente de sus poderes y egocéntrico, el reverso fiestero del Bruce Wayne de DC.
-La escena del combate con los cazas.
-El sentido del humor más simple (el robot extintor) y el más cómplice (Potts sacando la basura).
-Robert Downey Jr.
-La elegante dirección de Favreau (que siempre sabe donde colocar la cámara).
-El whiskey en medio del desierto.
-El tono gamberro y socarrón que impera en todo el metraje.
-Robert Downey Jr.
-La posibilidad de una segunda parte mucho más espectacular.
-Robert Downey Jr.
-Robert Downey Jr.
-Robert Downey Jr.

Monday, May 05, 2008

Coming soon: Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal Trailer #2

La espera está terminando y los trailers ya son reveladores (ojo a la aparición de Hurt como Abner...). No me quedan uñas.