Wednesday, December 30, 2009

2009 Review


Año raro, el que se acaba. Empezó muy flojo y ha terminado dejando películas de toda índole. Como no he tenido tiempo (ni a menudo ganas) de hacer un comentario extenso de todas, aquí dejo algunas reflexiones sobre aquellas que fui a ver al cine y de las que no dije nada:




Los sustitutos, de Jonathan Mostow. Sobre una buena idea argumental (los humanos usamos réplicas o avatares a lo James Cameron para nuestro ocio, trabajo o hasta para ir a comprar el pan) se construye este despropósito cuya única gracia es ver a Bruce Willis con peluca rubia. Mal narrada, mal montada y mal dirigida, uno no hace más que lamentarse por el potencial que tenía la historia. Se le ven las costuras por todas partes. Las escenas de acción están puestas como por obligación. Madre mía, qué despropósito.


Garbo, de Edmond Roch . La sorpresa de final de año. Un peculiar documental construido visualmente a base de retazos de películas de los cuarenta sobre la segunda guerra mundial y narrado a través de la voz de la gente que ha investigado su vida... o sus vidas. Lastrado durante la primera parte del film si ya conoces la historia (sobretodo en lo referente a la guerra en sí), la película despega cada vez que se habla de la red de espionaje inventada por Joan Pujol (esa "información" británica creada desde Lisboa). Retrato de un Zelig de carne y huesos.
La búsqueda del verdadero Garbo muchos años después de los hechos y las imágenes de este reencontrándose con militares británicos son de lo más emotivo. Se echa de menos que se hubiera profundizado en su egoismo (ese abandonar a su familia y crear otra sin decir nunca nada a ninguna de las dos) o en los datos que se ofrecen durante los títulos de crédito (suficientemente jugosos como para ser ilustrados y no solo escritos a modo de epílogo).


Moon, de Duncan Jones. Un clásico instantáneo de la ciencia ficción. Una película que aprovecha su bajo presupuesto para hablar de lo que hablan las mejores pelis de sci-fi: dónde reside el alma humana. Clásica, con aroma a los setenta, este cruce entre Alien, Atmósfera Cero y Blade Runner atrapa. La interpretación de Sam Rockwell es memorable. Fascinante.


REC2, de Jaume Balagueró y Paco Plaza. El bodrio del año. Si ya la primera no me convenció, aquí (sin aburrirme, ojo) se les va la mano con la tontuna. Ahora los zombies ya no son zombies, sino demonios. Las referencias cinematográficas (Aliens, El Exorcista...) están incorporadas de forma tan brusca que resultan burdas. Se podría quitar la subtrama de los niños que entran en el edificio (sic) y la película no notaría el cambio. Un churro, vamos.


District 9, de Neill Blonkamp. Y de golpe llega un sudafricano y nos habla del apartheid, de los prejuicios, de la xenofobia y de los encontronazos entre civilizaciones con un cuento de extraterrestres. Salvajemente pulp, divertidísimamente fresca, District 9 es un soplo de aire fresco. Un remake enloquecido de La metamorfosis de Kafka. A menudo se le critica que las dos partes en las que está dividida (una primera de estilo más documental y una segunda de puro shoot'em up marciano) no acaben de encajar. Personalmente, me metí en la historia con ese falso reportaje y luego disfruté como un niño en el festival desenfrenado de referencias cinéfilas y orgía de efectos especiales (y menudos efectos especiales) que es el tramo final. Además, la película no es en absoluto complaciente ni políticamente correcta. Y ese final... ay, ese final...


Terminator Salvation, de McG. Sus detractores dirán lo que quieran, pero ese plano secuencia del accidente inicial del helicóptero, esa guerra contra las máquinas sucia y apocalíptica, ese aroma a serie B (y a películas como Cyborg!!!), ese robaplanos que es Sam Worthington, esas continuas referencias a las dos primeras películas de la saga (el you could be mine, o el si quieres vivir, ven conmigo), ese remake encubierto del Frankenstein de Mary Shelley... vamos, que me emocioné hasta el punto de soltar una lagrimilla en la última escena.Si estais leyendo esto, sois la Resistencia...

Monday, December 21, 2009

Avatar, de James Cameron

Quizás a estas alturas ya habeis leído u oído muchas opiniones sobre Avatar. Desde críticas más pormenorizadas a comentarios de algún compañero de trabajo.

Incluso puede que hayais visto la película.

Así que no os voy a dar el coñazo. No voy a repasar la carrera de Cameron (que sería algo estúpido) ni voy a dedicarle unas cuantas líneas definiéndolo como un director clasicista en la vanguardia de la tecnología.

Porque tres horas de película impecablemente facturada me han dejado frío.

Técnicamente, Avatar es perfecta. En ningún momento te da la sensación de estar viendo efectos especiales, sino algo real. Ese es su gran (muy gran, por lo que representa en salto cualitativo en el cine) logro. Puede que no tan visible como lo fue el T1000 de T2, pero seguramente un avance notable en los fx.

Argumentalmente, Avatar es un churro. Una plantilla de word. No es solo que hayamos visto mil y una veces la película (como tantas y tantas otras, porque al fin y al cabo no hay nada nuevo bajo el sol, tan solo la forma de contarlo), es que uno podría jugar a adelantarse a los diálogos y las escenas, propias del esfuerzo creativo de un niño de cuatro años. Teniendo en cuenta que Avatar lleva doce en producción, temo por el estado psiquiátrico de ese chiquillo.


Sin ser ofensiva (peor eran La Cagalera de Cristal o La Nenaza Fantasma, del desquiciado Lucas), con destellos de alguien que sabe hacer cine, Avatar produce al principio curiosidad, después resignación y finalmente cierta vergüenza ajena al reconocer los tics new age que pensábamos que Cameron había desterrado con Abyss, aquí elevados hasta la incredulidad, con momentos a la altura de las fiestas Ewok de El retorno del Jedi (quizá algunos de los momentos más bochornosos de la historia del cine).

La banda sonora de James Horner provoca estupor. Y punto.

No lo he pasado mal viendo Avatar, ojo. Me ha entretenido. Con todos sus peros. Con todo lo kitsch que sabe llegar a ser. Y tiene escenas de un kitsch empalagador.

Y ahora, algunas comparaciones y sumas graciosas que podeis twittear citando la fuente y recomendando mis novelas:

  • Pocahontas + Los Pitufos + Un tienda de los chinos = Avatar
  • Avatar tiene la originalidad, la estética y la alegria en los colores de un catálogo del Toys'r Us.
  • Bailando con Lobos + El retorno del Jedi + Ibrahimovic cianótico = Avatar
  • Avatar es un especial de Navidad de Los Pitufos.
  • Q-Zar + Happy Meal + Greenpeace = Avatar




PS. Ah, por mi ya pueden parar de proyectar films en 3d. Ya vale con la gracia. Aunque sea, junto a UP, la película que más ha sabido aprovecharlo hasta el momento, no es que me aporte mucho, la verdad.
PS2. Disculpen la dilatación entre post y post. Estoy terminado mi nueva novela y debo robarle tiempo al blog.